'En tiempo de desolación no hacer mudanza' escribió Ignacio de Loyola. Subiéndome al carro de los arbitristas que proponen soluciones definitivas a problemas cíclicos, sugiero que no se toquen, por ahora, las pensiones, la sanidad , la negociación colectiva, etc..
La cosa esta mal, pero lo peor es que medio país está rezando: 'Virgencita, virgencita ... que me quede como estoy'.
ALFONSO UTRILLAS COMPAIRED
Propongo un sistema que podría generar equidad y ahorro en el uso de la sanidad pública.
Con él, se concienciaría a la población de que la medicina pública debe usarse con moderación y se potenciaría la medicina preventiva.
Se aportaría una cantidad económica al finalizar el año a los pacientes en edad laboral que no hubiesen utilizado el sistema público de salud, inversamente proporcional al número de asistencias durante el año, salvo a los afectados por una enfermedad de larga duración, los que sufren una baja laboral permanente, los titulares de una pensión por invalidez o las mujeres embarazadas a partir del sexto mes.
Con esta medida, el número de consultas (y pruebas complementarias) innecesarias disminuiría en una proporción simétrica a lo que mejoraría la asistencia a los que verdaderamente lo necesitan.
Jubilaciones
ANTONIO MARTIN SERRANO.
Estoy de acuerdo con el ministro de Trabajo en que la edad de jubilación de un profesor no tiene que ser la misma que la de una persona que trabaja sobre un andamio o en una mina, pero no acabo de entender por qué a los funcionarios, que no tienen un trabajo de desgaste físico, se les obliga a jubilarse a los 70 años sin darles la opción que tienen los trabajadores por cuenta ajena: esto es, que sea voluntaria y por tanto prorrogable.
No creo que los sindicatos ofrecieran oposición alguna a una medida en línea con lo que tanto se proclama: que la esperanza de vida es cada vez mayor, que hay personas que con 70 años se encuentran en disposición de seguir siendo socialmente útiles en su trabajo y que también se acumula sabiduría con la experiencia.
Personas estas en principio valiosas, al menos de forma indiciaria, al considerar su trabajo como fuente de vida. Por qué no dejamos a quienes voluntariamente quieran, seguir cumpliendo su tarea con su trabajo de toda la vida si se encuentran bien y quieren seguir.
De dónde se ha sacado tanto defensor espontáneo de autoproclamados e irrenunciables derechos, que la edad de jubilación es un derecho irreductible que añoran todos los trabajadores.
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