Después de cuatro años de reformas y de numerosas quejas de las autoridades políticas del valle, el Ministerio de Fomento ha reabierto hoy para el transporte de mercancías peligrosas el viejo túnel, que durante décadas fue la principal vía para llegar al valle de Aran y al sur de Francia desde Lleida.
Cuando en diciembre de 2007 se inauguró el nuevo túnel, de más de 5 kilómetros de longitud, estaba previsto que los camiones y vehículos con materias peligrosas circularan por el túnel antiguo, pero Fomento no realizó en su momento los accesos necesarios para conectar las dos galerías por la boca norte. La solución pasó por diseñar en ese punto una nueva obra, un paso inferior de unos 200 metros que permitiera la incorporación de los camiones a la vía sin provocar interferencias peligrosas. Estas mejoras debían estar acabadas en 2009, pero las obras se han demorados dos años. Hasta ahora los camiones con mercancías peligrosas han circulado agrupados y escoltados por el túnel nuevo.
Las obras, que han costado más de 16 millones de euros, han consistido en la ejecución de un paso inferior iluminado bajo la actual carretera N-230 a la altura de la boca norte del túnel Juan Carlos I, de modo que las mercancías peligrosas que circulen por el viejo túnel en sentido a Vielha puedan incorporarse con seguridad al tráfico general de la vía. Para ello ha sido necesario el desmontaje de algunas líneas eléctricas para hacerlas subterránea, con menor impacto ambiental.
Fomento considera que con las instalaciones adicionales ejecutadas se ha aumentado la seguridad vial y la comodidad de todos los usuarios de este itinerario incluido en la Red Transeuropea. El viejo túnel podrá ser utilizado también como galería de evacuación en caso de emergencias. Las dos galerías están comunicadas por doce túneles perpendiculares.
Fomento reabre el viejo túnel de Vielha para mercancias peligrosas
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