La Seguridad Social hace caja con las prejubilaciones de la banca
Las prejubilaciones se han convertido en uno de los mecanismos más utilizados para reducir la plantilla en las grandes empresas.
Ello beneficia a la Seguridad Social, escasa de liquidez, ya que las empresas en determinadas condiciones abonan en un solo pago las cuotas sociales del empleado hasta la fecha de su jubilación.
España, un caso único en la Unión Europea
Un ERE, más allá de los dramas personales que conlleva, siempre supone una mala noticia para las finanzas públicas, ya que implica perder cotizantes. Sin embargo, cuando se produce una prejubilación en el marco de un ERE, las empresas suelen pagar de una vez las cuotas sociales.
Por ejemplo, un trabajador de 55 años prejubilado cobra hasta los 57 años la prestación por desempleo y la empresa ingresa de una vez las cuotas sociales correspondientes a cuatro años -de los 57 a los 61 años, edad mínima para acogerse a la jubilación anticipada-.
Ello supone una importante aportación de liquidez en un momento en que el gasto en pensiones no cesa de aumentar y presiona las cuentas públicas.
Al borde de la quiebra
El sistema de la Seguridad Social logró cerrar 2010 con un ligero superávit, a pesar de la caída de cotizantes y el incremento del gasto en pensiones. Si no registró números rojos fue gracias a los ingresos derivados de los intereses del Fondo de Reserva. En este contexto, la posibilidad de ingresar de una vez las prejubilaciones enmarcadas en un ERE implica una ayuda nada desdeñable. El sector financiero ha anunciado 13.855 salidas en los últimos meses y el 80% de estas son prejubilaciones, informa Juande Portillo. De hecho, fuentes del mercado indican que las aportaciones de liquidez que suponen las prejubilaciones actúan como incentivo para que Trabajo acepte los ERE de la banca.
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