Muchas veces tener un jefe autoritario, sobrecarga de trabajo o estrés se vive como algo natural, como parte inevitable de nuestra vida laboral. En el Estado español falta conciencia sobre hasta qué punto las relaciones laborales pueden ser lesivas desde el punto de vista psicológico y social. Menos conocimiento se tiene aún sobre qué hay derecho a incidir sobre ello, según lo establecido por la Ley de Prevención de Riesgos Laborales de 1995. Neus Moreno, quien lleva años trabajando en este ámbito como responsable de Salud Laboral del Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS) de CC OO, cita un informe de la Generalitat de Catalunya, elaborado a partir de las memorias anuales de los servicios de prevención externos, que señala que sólo un 10% de las empresas realizan algún tipo de evaluación o acción preventiva al respecto. “Estamos hablando de un dato muy bajo, dado que este tipo de riesgos están presentes en todas las empresas”, arranca Moreno.
DIAGONAL: ¿Por qué no se realiza actividad preventiva en el ámbito psicosocial?
NEUS MORENO: Los riesgos psicosociales son los que incomodan más a la patronal, más que otros factores de riesgo para la salud laboral, porque estamos hablando de los efectos en la salud de la organización del trabajo, y de, tal vez, la necesidad de generar cambios en esta estructura. La evaluación y prevención de riesgos psicosociales puede cuestionar las prácticas de gestión que existen en las empresas, por lo que se ignoran. La ley obliga a modificar todas las condiciones de la organización del trabajo que, después de una evaluación científica, tengan efectos negativos sobre la salud de los trabajadores. Y todo esto se tiene que hacer, además, con la participación de los sindicatos y los trabajadores. En este sentido, son posiblemente los riesgos cuya evaluación más molesta a los empresarios, ya que son los que más pueden actuar sobre su forma de dirigir una empresa.
D.: ¿Qué hay que hacer para conseguir que se realice una evaluación de riesgos laborales psicosocial?
N.M.: Hay que ir al sindicato para que realice la petición o al comité de seguridad y salud laboral en aquellas empresas con representación sindical y más de 50 trabajadores. Si no hay comité,una asamblea de trabajadores puede proponer la creación de un comité de salud o se puede ir al servicio de prevención externo a demandar que se evalúen los riesgos psicosociales. También existe la opción de que un trabajador solicite a la Inspección de Trabajo que se evalúen estos riesgos a través de una denuncia.
D.: ¿Qué variables influyen a la hora de que se aborden este tipo de riesgos en una empresa?
N.M.: Las empresas que desarrollan una mayor labor preventiva en riesgos psicosociales lo hacen bien porque tienen representación sindical que consigue que sea una prioridad para la empresa, o bien por la actuación de la Inspección de Trabajo después de una denuncia. El factor sindical es el elemento fundamental, con lo que si su presencia es mayor en la mediana y gran empresa, el abordaje de los riesgos psicosociales es mayor en este tipo de centros. Aunque en un país con mayoría de pymes y microempresas, mucha gente se queda sin cobertura por no tener representación sindical. También lo hacen aquellas empresas, muy escasas, que están estructuradas de forma que la participación es un valor positivo.
D.: ¿Cómo afecta la posibilidad de participación en la empresa en los riesgos psicosociales?
N.M.: Sabemos por estudios científicos que hay tres elementos que perjudican la salud laboral: tener una demanda y una carga laboral excesiva, que se pueda influir poco en cómo se realiza el trabajo y que esto se acompañe de poco apoyo social (de los jefes o de los compañeros). Esto es una bomba de relojería para el desgaste emocional y psicológico. Una cadena de montaje o un call center son dos ejemplos de este tipo de trabajo que genera riesgos psicosociales y que en España son muy abundantes. En nuestro país hay una gran separación entre el que trabaja y el que dirige y diseña ese trabajo, y, por tanto, hay poca participación. En España no tenemos posibilidades de aportar, ni de ser valorados, ni aplicar lo que conocemos y esto afecta a nuestro estado psicológico. En los países nórdicos y en la Europa Occidental la organización del trabajo es más participativa.
D.: ¿Qué grupos están más expuestos a estos riesgos?
N.M.: Nuestra experiencia y toda la bibliografía internacional concluye que la exposición a los riesgos psicosociales se distribuye de forma desigual entre la población a partir de dos grandes factores determinantes de clase social y de género. Las clases más bajas tienen acceso al trabajo menos cualificado y, por tanto, más perjudicial para la salud, como también pasa con la mujer que está expuesta a peores condiciones de trabajo. Por ejemplo, la doble presencia, laboral y familiar, afecta mayoritariamente a las mujeres.
D.: ¿Cuáles son los principales efectos en la salud?
N.M.: Un mal clima laboral puede producir ansiedad generalizada, estrés, el síndrome burnout (de desgaste profesional o ‘estar quemado’), mobbing, acoso sexual, pero también absentismo. Esto puede derivar en patologías cardiovasculares y de salud mental, además de muchas enfermedades musculoesqueléticas.
ARTÍCULO RELACIONADO
http://diagonalperiodico.net/la-clase-social-y-el-genero-claves.html
Ver todos los artículos sobre este tema » |
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión es importante ...