Para ello se han hecho una serie de reconocimientos médicos a mariscadoras (el 97% de ellas mujeres) en las provincias costeras gallegas cuyo principal objetivo es detectar las causas de enfermedades relacionadas con el trabajo, asesorarlas en medidas de protección y tratar de que les sean reconocidas para acceder a las prestaciones.
El estudio se realiza sobre 1.077 mariscadoras de 32 cofradías de Galicia, de las que 438 son de la comarca de O Salnés. Las conclusiones que se van a extraer de este examen van a ser muy concretas, ya que en él participa el 30% de la población de mariscadoras de Galicia.
El estudio se realiza sobre 1.077 mariscadoras de 32 cofradías de Galicia, de las que 438 son de la comarca de O Salnés. Las conclusiones que se van a extraer de este examen van a ser muy concretas, ya que en él participa el 30% de la población de mariscadoras de Galicia.
La edad media de las que han participado en el programa, en el que se realiza una importante exploración física, es de 52 años y acumulan a sus espaldas una media de 210 meses como mariscadoras, aunque antes ya trabajaban en labores vinculadas a este sector como son las fábricas de conserva.
También se han incluido en este estudio, aunque en un pequeño porcentaje, otras actividades como percebeiras o redeiras.
Atendidas por médicos y enfermeros especialistas, los primeros datos analizados han detectado que las principales afecciones que sufren las mariscadoras están relacionadas con el ámbito dorsolumbar (detectada en el 57% de las mujeres que han sido reconocidas), pero también se han identificado dolencias como contracturas cervicales, hombros, rodillas, e incluso, del túnel carpiano dependiendo del tipo de herramienta que más utilicen. Todas ellas son debidas a la carga física, las posturas forzadas o la exposición a la humedad, entre otras causas, a las que se someten las mariscadoras en su trabajo diario.
Atendidas por médicos y enfermeros especialistas, los primeros datos analizados han detectado que las principales afecciones que sufren las mariscadoras están relacionadas con el ámbito dorsolumbar (detectada en el 57% de las mujeres que han sido reconocidas), pero también se han identificado dolencias como contracturas cervicales, hombros, rodillas, e incluso, del túnel carpiano dependiendo del tipo de herramienta que más utilicen. Todas ellas son debidas a la carga física, las posturas forzadas o la exposición a la humedad, entre otras causas, a las que se someten las mariscadoras en su trabajo diario.
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